
Todos nos hemos enamorado alguna vez. Amores platónicos, amores inocentes de niño, amores fuertes y pasionales, es decir siempre hemos batallado, entrado y salido sin escarmentar la experiencia. Es que cuando uno está enamorado no entiende razones, no atiende a los consejos, no está en su juicio y realiza las cosas más "descabelladas, cursis y tontas" que se puedan imaginar.
No es malo hacerlo, pienso que es muy humano. Es una etapa del ser humano donde hacemos de "locos y descerebrados". Hay una canción que interpreta Diana Ross que titula "Sólo los locos se enamoran" y la verdad hay que estarlo un poco para experimentar el rico amor.
No es malo hacerlo, pienso que es muy humano. Es una etapa del ser humano donde hacemos de "locos y descerebrados". Hay una canción que interpreta Diana Ross que titula "Sólo los locos se enamoran" y la verdad hay que estarlo un poco para experimentar el rico amor.
El principal problema con este sentimiento/estado es el hecho de que muchos lo tienen en un concepto retorcido de que es sinónimo de belleza, armonía, felicidad o cualquier adjetivo engañoso que le quieran poner. La causa principal es como nos venden el amor dentro de las historias que nos cuentan en el cine, televisión, libros, telenovelas, etcétera. Donde la "fuerza" del amor hace que todo sea posible y generalmente, lo que le da un sabor especial a estos relatos.
El enamorarse es otra cosa. Hacerlo de muchacho(a) es muy diferente cuando el amor llega de adulto. Las variables son diferentes pero el objetivo es el mismo. Actuamos con cierta seguridad y sin muchos protocolos pero de igual forma caemos en las redes del amor.

Según los especialistas en la materia, el enamorarse no es sólo "encamotarse" con alguien. Los bioquímicos dirían que es un intercambio de reacciones bioquímicas en donde se liberan una gran cantidad de neurotransmisores sinàpticos, dopamina, feromonas y hormonas. Médicamente sería una enfermedad, porque actuamos de manera "anormal" y "atípica", existiendo un desequilibrio metabólico que conlleva al insomnio, anorexia, la libido aumentado, baja concentración, escasez de autoestima, etc. Lo cierto es que conociendo todo lo que se nos viene cuando nos enamoramos, nos rendimos ante tal situación y dejamos que el amor nos envuelva.

Ya cuando estamos casados, la cosa es diferente. Este amor trasciende y deja de ser tan similar "como un viaje con heroína" -y de la buena-. Para empezar, nos enamoramos de que? De un cuerpo bonito, de un alma única, sólo de las cosas bonitas de la persona…, en general de allí es que vienen después los pleitos, cuando no sabemos aceptar que la persona de la que estamos enamorados es tan humana como nosotros y capaz de todos los errores y de todos los horrores. Soy de esos que saben querer con todo el corazón, y cuando me enamoré lo hice de la persona completa, con sus virtudes y defectos, quizá por eso me vaya tan bien con mi esposa, ya nos sabemos “aguantar” en lo que le molesta al otro, sin embargo luchamos por vencer esos defectos. Y es que quizá ese sea uno de los secretos del enamoramiento.
El amor no es un traje a la medida, o te queda un poquito más grande o un poquito más corto, hay que saber adecuarse, con sus pros y sus contras. Dicen que el amor es una enfermedad que si no la contraes puede que no sobrevivas.
Para terminar les diré que realmente vale la pena enamorarse, el amor maduro es como algo que se puede interpretar como "amistad con sexo", y aunque suene muy salido de contexto es la pura verdad, nuestra pareja se convierte en más que una amante. Es nuestra confidente, la que sabe de mi intimidad, la amiga que te escucha y la socia del hogar. Si no haz conseguido todo eso, revisa donde lo dejaste y de seguro saldrás airoso.
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