ERES UNA SUPERMAMÁ?
O quizás una Superabuela?
Todos sabemos que el rol de la mujer ha cambiado desde los inicios de la historia, y sin no ir tan lejos, ahora la mujer es muy diferente a lo que hacían y no hacían nuestras abuelitas de jóven
es.
La idea de ser una mamá que tiene que hacerlo todo y encima hacerlo bien es psicológicamente dañina.
La culpa que experimentan al no poder cumplir con las altas expectativas y objetivos que se plantean las mamás de hoy, la frustración y la ansiedad relacionada, las convierten en un blanco fácil para deprimirse. Básicamente, podemos clasificar a las mamás en tres tipos: las amas de casas, las profesionales y las Supermamás.
En un reciente estudio de la Universidad de Washington, EE.UU, se analizó las respuestas de más de 1.600 mujeres, todas ellas de más de 40 años y casadas, una mezcla de amas de casa y trabajadoras. Dicho estudio revela que las madres que se quedan en casa tienen mayor tendencia a deprimirse que las mamás que trabajan y las Supermamás tienen aún más marcada la tendencia a la depresión.
El problema es que se sienten inseguras y “haciendo todo” o “solucionando todo” les redime el ánimo.
El ser madre se aprende siendo madre y aunque existan por ahí las llamadas “Escuelas para Padres” dando tips que a veces no se pueden aplicar, ya que cada universo en donde ellas se encuentren va a ser distinto a la de otras madres, es por eso que la tranquilidad, la serenidad y la seguridad de cada mujer que elige el tílulo de madre deben estar descontadas.
“A las mujeres les han vendido la historia de que pueden hacerlo todo, pero la mayoría de los trabajos están pensados para empleados sin hijos”, opina Katrina Leupp, socióloga de la Universidad de Washington, y responsable del estudio.
Los psicólogos dicen que una de las malas costumbres que tienen las mujeres de ocupar el baño con la puerta abierta, es porque se sienten indispensables y que inconscientemente “no tienen derecho a la privacidad” ya que muchas así lo hacían desde que sus hijos eran muy menores y no lo pueden seguir evitando después de años.
Ser una mamá es un privilegio maravilloso, una experiencia llena de distintas emociones; ya sea ama de casa o mamá trabajadora, creo que hay que disfrutarlo! Lo importante es que la mujer madre reconozca cuál es su situación y haga de ella lo mejor que pueda sin martirizarse con expectativas irreales que nunca logrará cumplir. Creo que el delegar es la solución y no hacerlo todo. Hay aquellas que inclusive velan por sus hijos casados, solucionándoles sus problemas y se convierten en SUPERABUELAS con sus nietos.
No traten de ser supermamás; puede que les toque hacer de todo pero no se exijan ser la mejor en todo: es sencillamente muy agotador e irracional.
Aceptar sus limitaciones o sus circunstancias; ponerse metas y propósitos reales, identificar prioridades y dirigir esfuerzos hacia el hogar en conjunto, son todo aquello que un hombre quiere cuando llega a casa, no desea una supermujer y menos una SUPERMAMÁ para sus hijos.
Hagamos el trabajo en equipo....
